Médico y farmacéutico: ¿dúo dinámico o extraña pareja?

Tu médico te receta un medicamento según tu estado de salud y tu historial médico. Después, tu farmacéutico te dispensa el medicamento. Pero, ¿cómo trabajan juntos? ¿Cómo puedes sacarle partido a tu dinero con ellos?

Tu médico te conoce a ti. Tu farmacéutico conoce los medicamentos. En muchos casos, el único vínculo entre ellos eres tú. Piénsalo… La receta que tu médico extiende para tu farmacéutico suele ser el único contacto entre dos de los miembros más importantes de tu equipo de atención médica. Eso significa que es responsabilidad tuya asegurarte de que no se pasa nada por alto para sacar el máximo partido posible del trabajo de cada uno de ellos. La forma en la que trabajes con ellos puede determinar el dinamismo de este dúo.

Empieza por tu médico. Si tu médico tiene que recetarte un medicamento, aprovecha su experiencia y hazle algunas preguntas clave:

• ¿Podría recetarme algo que esté en el directorio de medicamentos de mi aseguradora? (Puede que tengas que pagar el precio íntegro [¡$$$!] de los medicamentos que no estén en el directorio).
• ¿Hay una versión genérica incluida en el directorio de medicamentos?
• ¿Por qué ha elegido este medicamento?
• ¿Tiene alguna muestra de este medicamento para que lo pueda probar antes?
• ¿Hay una alternativa más económica, como por ejemplo un medicamento de venta sin receta, que tenga la misma eficacia?

Después, cuando vayas a la farmacia a por el medicamento, pide que te atienda un farmacéutico, y saca el máximo partido de sus conocimientos haciéndole las siguientes preguntas:

• ¿Hay una versión genérica que esté en mi directorio de medicamentos? (Es posible que algunas farmacias sustituyan automáticamente el medicamento de la receta por un genérico, mientras que en otras puede que tengas que pedirlo).
• Por favor, ¿podría repasar conmigo cómo tengo que tomarme esta medicación? ¿Cuántas veces al día?, ¿al principio o al final del día?, ¿antes o después de comer?, etc.
• ¿Hay algún posible efecto secundario del que debería estar al tanto o interacciones con otros medicamentos que estoy tomando a las que debería prestar atención? (Aunque esta información viene escrita en tu receta, puede que la entiendas mejor si el farmacéutico te la explica y tienes la oportunidad de hacerle preguntas al respecto).

Como paciente —y como cliente—de ambos, trata de aprovechar todo lo que tu médico y tu farmacéutico te pueden ofrecer. Recuerda: ambos están altamente cualificados y tú estás pagando por sus servicios.